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lunes, 10 de febrero de 2014

PLAZA NUEVA Y EL DARRO

1.- La Audiencia

Este edificio, situado en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, fue construido hacia 1531, desconociéndose la fecha exacta del comienzo de la obra. Su estructura está compuesta de dos partes, la Chancillería y la Cárcel, ambas vinculadas por una crujía de forma triangular. La Chancillería está organizada cuadrangularmente, disponiendo de un patio central y fuente. La Cárcel, que ya no lo es, está proyectada en forma de rectángulo y consta de dos patios. Ya en la parte posterior de la edificación se aprecian dos torres que fueron calabozos, y en los lados, unas naves perfectamente restauradas en donde se ubicaron los Juzgados. En la fachada principal imperan dos cuerpos; el bajo compuesto por tres puertas ricamente acicaladas y dos ventanas en cada extremo, y el alto, ocupado por seis balcones con columnas corintias.

2.- Plaza de Santa Ana

Fue durante el año de 1880, tras una inundación, cuando decidió construirse la plaza de Santa Ana. Esta plaza, que normalmente pasa desapercibida ante los ojos, encierra el singular pilar del Toro, así conocido al hallarse regido en su parte frontal por la cabeza de un toro de cuyas fosas nasales salen dos caños de agua. El pilar del Toro se puede considerar como la última obra de Diego de Siloé, y está rematada en su extremos por dos estatuas de muchachos semidesnudos que se sientan en los bordes. La parte frontal del pilar se haya ataviada por el escudo de la ciudad y una peana con frutos.



3.- Iglesia de Santa Ana

Sobre los muros de la desaparecida aljama Almanzora se erigió esta parroquia a partir del año 1501. Su portada está compuesta por un cuerpo de columnas corintias que flanquean un arco semicircular con escudos del Arzobispo Niño de Guevara, tres nichos con motivos en piedra de tres Santas y el conjunto coronado por un medallón con la Virgen y el Niño. La torre, en ladrillo, posee una serie de balcones con arcos, todos ellos con albanegas de azulejos blancos y azules. El interior de la iglesia está compuesto por cinco capillitas a cada lado de la nave, adornadas de maderas blancas y doradas talladas en alfarje mudéjar.

4.- Casa de los Pisa

Antes de comenzar la Carrera del Darro nos encontramos con la calle Pisas. Al fondo de ésta podemos apreciar la Casa de los señores García de Pisa, propiedad actualmente de los HH. de la Orden Hospitalaria. La portada de la mansión es de estilo gótico en piedra adintelada, y su parte superior la forma un balcón con alfiz. En el interior se puede distinguir un patio rodeado por columnas de mármol blanco enclaustrado por una galería con artesonado de madera casetones y en el centro se ve un pilar de mármol. El resto de la residencia se halla ricamente adornada de tapices, óleos, esculturas y relicarios.

5.- Carrera del Darro

Una de las más peculiares calles de la ciudad, se encuentra en el margen derecho del río Darro. En los tramos que la conforman se observan dos puentes de ladrillo y cantería, el de Cabrera y de Espinosa, ambos relacionan el barrio de la Churra con el bosque de la Alhambra. La calle data del siglo XVII y al recorrerla percibiremos un sinnúmero de históricos edificios que han contribuido a modelar la biografía de Granada.




6.-Carmen del Cobertizo

El Carmen del Cobertizo (del árabe karm, viña), es un espacio verde típicamente granadino, tiene algo de jardín y algo de huerto. Lo cercan elevados tapiales, por los que se descuelgan el verde intenso de la hiedra y el claro de las enredaderas. Asentado en la falda del Albayzín, es un oculto y delicioso mirador que brinda al visitante hermosos paisajes y sorprendentes panoramas. Palacete renacentista del S. XVI con restos del S. XI. Conserva en su fachada el mas antiguo Cobertizo de Andalucía Oriental ( S. XIV ). Las habitaciones están situadas alrededor de la galería del primer piso, con alfarjes originales. El patio central, de majestuosas columnas, se ha convertido en el salón principal de la casa.


7.- El Bañuelo

Estos baños árabes de la Carrera del Darro datan del Siglo XI y son, sin lugar a dudas, de los de más antigüedad e importancia conservados en nuestro país. Su acceso se realiza a través de una pequeña puerta sita en la calle. La planta de la edificación es de estructura rectangular, los muros de hormigón y los aposentos se hallan cubiertos en forma de bóveda de ladrillo con tragaluces octogonales y aspecto de estrella. Al fondo de la construcción se encontraban las calderas y una cámara abovedada para los servicios auxiliares, con puerta propia a la placeta de la Concepción.






8.- Convento de la Concepción


De este convento fundado en 1523 por doña Leonor Ramírez lo más destacable es su portada ojival en la parte externa del recinto. En el interior cabe destacar dos Crucificados, uno obra de Jacobo Florentino "el Indaco" y el otro de tamaño más reducido de finales del siglo XVI; una Virgen con el Niño y una serie de imágenes de santos de diversos siglos.







9.- El Maristán

En tiempos de los árabes este edificio se destinó a Hospital de locos y enfermos pobres, posteriormente los Reyes Católicos lo convirtieron en Casa de la Moneda. En 1843 fue demolido y entre los restos hallados se encontraron una lápida inscrita y los leones de piedra de los jardines del Partal.





10.- Convento de Santa Catalina de Zafra

El convento es propiedad de las monjas dominicas y su construcción data de mediados del siglo XVI. La iglesia, que fue destruida en su parte interior por un incendio, es de estilo renacentista en su portada, con un arco de medio punto decorado con cabezas en sus albanegas y pilastras jónicas. En la parte superior de estos elementos se aprecia un nicho con la estatua de Santa Catalina de Sena y los escudos de los fundadores en ambos lados. El resto del convento es un conjunto de construcciones, entre las que mencionaremos la casa árabe de Zafra y una alberca con fuente que nos recuerda el Patio de los Arrayanes.

11.- Iglesia de San Juan de los Reyes

Se encuentra erigido este templo sobre la que fue aljama al-Ta´ibin, que significa "mezquita de los convertidos". Su antiguo minarete fue adaptado a torre y es similar al de la Giralda de Sevilla. Su construcción es de finales del siglo XIII y su decoración externa se realizó en argamasa y ladrillos recortados que forman arcos. La Iglesia, de estilo gótico, posee una portada con arco apuntado liso sobre el que se erige una hornacina con una Inmaculada en mármol. En recientes excavaciones (s. XIX) en la zona más moderna del convento se hallaron restos de lo que debió ser una «Vía romana».


12.- Casa de Castril

Al entrar nuevamente en la Carrera del Darro nos encontraremos la señorial Casa de Castril. Uno de los más hermosos palacios granadinos donde se halla desde 1923 el Museo Arqueológico. La fachada del palacio es de una composición heterogénea y desordenada, aunque muy opulento, la finura de su formas nos lo atestigua. El dintel de la puerta principal está adornado por relieves de diferentes armas, y sobre la clave se puede observar una reproducción de la torre de Comares entre otros motivos. En la parte más elevada del dintel, que se corresponde con el piso principal, se descubre un balcón decorado de pilastras y fajas de veneras, a ambos lados con medallones con cabezas esculpidas. 

13.- Iglesia de San Pedro y San Pablo


Se comenzó a construir a principios del siglo XVI y está situada en unos de lugares más bellos de nuestra ciudad, ocupando un recodo que forma el río Darro. Su portada principal consta de un arco semicircular, con las armas del arzobispo don Pedro de Castro y está enmarcada por cuatro columnas corintias sobre pedestales que sustentan una columna en la que descansan las estatuas de los titulares de la Iglesia, rematadas por un frontón con las insignias del Papado. La portada lateral dispone de columnas corintias y arco de medio punto con relieves de los Apóstoles. La planta del templo es de cruz latina, gozando de nueve capillas.


14.- Paseo de los Tristes


Su nombre original fue Paseo de la Puerta de Guadix. Hasta el siglo XIX, uno de los lugares de mayor concurrencia de Granada. En su entorno se celebraban fiestas de toros y cañas. Los terrenos que hoy son el paseo fueron propiedad de los señores de Castril y en ellos se construyeron la Casa de las Chirimías, pequeño edificio cuadrado con torreón, que sirvió para la interpretación de la música de chirimías y trompetas que alentaban los espectáculos. Los alrededores del lugar son de una singularidad única, pudiéndose distinguir una diversidad de ruinas árabes y varias casas moriscas.